martes, 10 de mayo de 2011

Discurso de Apertura - José Elice Navarro


La necesidad de partidos políticos sólidos, con ideas claras
y con capacidad para sostenerse en el tiempo a partir de
una oferta de participación y de gobierno consistente.


1.       El principal problema político del Perú: Partidos políticos

El principal problema político del Perú es la ausencia de partidos políticos fuertes, con: 

a)       Ideas claras;
b)      Bien organizados;
c)       Disciplinados: y
d)      Capaces de ofrecer a la ciudadanía opciones de gobierno viables y sostenibles.

En el Perú, la gran mayoría de partidos políticos son del tipo electoral, por lo que alientan:

a)       El caudillismo (personalismo y mesianismo);
b)      El oportunismo; y
c)       El transfuguismo.

Que erosionan la política peruana y la confianza ciudadana en la democracia.

Es necesario promover la constitución, la organización y el funcionamiento de partidos políticos no sólo electorales, sino de partidos cuya existencia y funcionamiento constituyan la base de la formación y la participación ciudadana en las tareas gubernamentales.

2.       ¿Para qué fundar partidos políticos y por qué participar en ellos?

Hay muchos partidos políticos inscritos, entonces la pregunta es: ¿Si hay tantos partidos políticos inscritos por qué las peruanas y los peruanos sentimos que tales instituciones nos hacen falta o que los que existen no satisfacen nuestras expectativas?

Una primera respuesta es que la mayoría de los partidos políticos inscritos no son más que la expresión del aventurerismo electoral, es decir, nacen en la coyuntura y no tienen una real  vocación de temporalidad.

El Perú necesita partidos políticos con capacidad de proyectarse en el tiempo, con una sólida militancia motivada por ideas comunes, esto es, partidos modernos y con habilidades desarrolladas para visualizar el futuro, precisar objetivos y dar ejemplo de eficiencia y honestidad en la gestión gubernamental. Necesitamos partidos políticos de nuevo tipo porque los tiempos actuales exigen:

a)         Compromiso con una causa, basado en ideas claras;
b)        Previsión para definir las tareas inmediatas y futuras;
c)         Organización sólida, descartando la superficialidad y el ritualismo legal;
d)        Conocimientos y manejo de herramientas consistentes para el análisis y el diseño de una oferta participativa y electoral realista y seria; y
e)         Eficiencia para dar el ejemplo de que lo que se promete se puede hacer bien.

Es importante que las ciudadanas y los ciudadanos participen en la vida política de la nación, y la mejor forma de hacerlo, en forma organizada y coherente, es a través de partidos políticos bien formados, donde no sólo encuentren los espacios necesarios para participar, sino también para desarrollar y fortalecer liderazgos y formarse para la política y el gobierno.

3.       Las motivaciones para formar partidos políticos y actuar a través de ellos

Son muchas las motivaciones que pueden tener las personas para promover y formar partidos políticos; todas son legítimas (aunque algunas no tanto, pues incluso pueden ser inmorales), pero, en general, consideramos que unas son mejores que las otras. Así, en el siguiente cuadro nos permitimos sugerir y calificar algunas de esas motivaciones:



Razones comunes


Mejores razones

El deseo de tener y ejercer el poder político


Crear y tener una plataforma de participación organizada que contribuya al fortalecimiento de las instituciones del Estado y de la democracia


Intereses personales


Actuar en la vida pública en forma eficiente para lograr condiciones de bienestar colectivas y personales


Hacer dinero desde el poder (la política como negocio)


Contribuir a generar y sostener las condiciones necesarias para el crecimiento económico sostenido


Curiosidad (la política como pasatiempo)


Asumir un compromiso consciente con el presente y el futuro del país


Búsqueda de oportunidades personales



Contribuir a crear espacios de oportunidades de desarrollo y bienestar personal para todos



No es fácil romper el raciocinio común que motiva a participar en política según referentes éticos dudosos o abiertamente deplorables (la política como negocio, por ejemplo), pero es necesario hacerlo aunque ello cueste más trabajo y firmeza.

4.       ¿Qué clase de partidos políticos necesita el Perú?

En este contexto nos preguntamos cuál es el tipo de partido ideal para el Perú de hoy. Entonces respondemos que el Perú necesita partidos políticos:

a)         Democráticos: Democráticos de verdad, pues de lo contrario no serán sino simples instrumentos de realización personal de los fundadores, donde la democracia se convierta tan sólo en un bello concepto utilizado para manipular las expectativas, las esperanzas e inclusive la conciencia de las personas.

b)        Abiertos: No deben ser excluyentes sino inclusivos, es decir, deben permitir que en ellos participen todas las ciudadanas y los ciudadanos que adhieran a un ideario y, a pesar de sus diferencias (que las puede haber), trabajen en unidad para la realización de sus ideales y sus objetivos concretos.

c)         Transparentes y éticos: No deben ocultar lo que sucede en su interior ni los recursos que reciben, no importa de dónde provengan (sin mencionar que siempre deben ser legales y ajustados a estrictos patrones éticos), así como expresar y difundir sus ideas y programas con sinceridad y claridad. También deben promover la conducta ética en la política y dar el ejemplo en ello; porque las organizaciones en las que sus integrantes no tienen un sentido claro del deber, y no se conducen según patrones éticos bien delimitados, promueven más bien la desconfianza en el sistema y abonan a favor de una cultura política que socava las bases del Estado constitucional y democrático de derecho.

d)        Ideológicos y programáticos: Si bien es verdad que el tiempo presente ha desplazado a un segundo lugar las ideologías (por lo menos aquellas en extremos complejas y demasiado elaboradas), no es menos cierto que toda organización política debe tener y sostenerse sobre un referente ideológico que oriente las acciones corporativas y las de sus miembros. Así mismo, en nuestros días las sociedades exigen más pragmatismo, la gente quiere ver hechos, realizaciones y ofertas cumplidas, no sólo ideas.

e)         Formativos: Las personas no desean en el fondo participar en partidos políticos para recibir dádivas ocasionales de los partidos políticos (que, sin embargo, suelen ser útiles y a veces necesarias para quienes sufren pobreza extrema); las personas valoran que los partidos les den sobre todo formación política y capacitación útil para la participación eficiente y la mejora de las habilidades personales, más aún frente a la eventualidad de tener que asumir funciones públicas de elección popular en cualquiera de los tres niveles de gobierno (municipal, regional o nacional). Por ello, los partidos deben ser verdaderas escuelas de política y gobierno, no sólo de oratoria y propaganda política. Además, los partidos, si desean desarrollar tareas gubernamentales, deben confiar muchas de esas tareas en sus militantes capacitados, honestos, comprometidos y seguros de los objetivos que desea alcanzar. Sin una militancia bien formada los partidos serán sólo “cascarones” orgánicos.

f)          Organizados: Una buena organización es un requisito esencial para el éxito de los partidos políticos. No se trata de crear un número innecesario de “cuadritos” orgánicos, sino de dimensionar las exactas necesidades orgánicas de la corporación partidaria para garantizar que las decisiones democráticas sobre planes y acciones se cumplan en una medida razonable, tanto en el ámbito participativo permanente cuanto en la eventualidad de asumir tareas gubernamentales en todos los niveles de gobierno. Una sólida organización, acompañada de un sólido compromiso ideológico, permite mantener la cohesión y la coherencia en el actuar partidario en cualquier ámbito.

g)        En permanente actualización: Los partidos no pueden escapar del dinamismo actual en materia de nuevas herramientas de gestión y comunicación. Por ello, deben ser capaces de utilizar todos los recursos contemporáneos que les permitan mantenerse cerca de las personas e interactuar con ellas, en un proceso constante de dar y recibir para el crecimiento institucional y personal.

5.       ¿Es difícil constituir un partido político?

Sí y no. Lo más difícil es, sin duda, empezar; y hacerlo constituyendo la organización sobre la base de militantes comprometidos y honestos, capaces de aportar con ideas, tiempo y recursos a las actividades partidarias, según sus posibilidades.       
En cuanto a los requisitos legales, deben cumplirse los previstos por el artículo 5 de la Ley Núm. 28094 –Ley de Partidos Políticos—; y son los que a continuación se mencionan:

a)         Acta de fundación, con la información sobre el ideario, los órganos directivos y sus miembros, la denominación y los símbolos partidarios y el domicilio legal.
b)        Relación de adherentes en un número no inferior a 3% de los ciudadanos que sufragaron en las últimas elecciones nacionales, con la firma y el documento de identidad de cada uno.
c)         Las actas de constitución de los comités partidarios en, por lo menos, el tercio de las provincias del país, ubicadas en las dos terceras partes de los departamentos, cada una firmada por lo menos por cincuenta afiliados debidamente identificados.
d)        El estatuto partidario, que debe contener la denominación del partido y la descripción de los símbolos partidarios, la estructura organizativa interna (con por lo menos un órgano deliberativo representativo y su forma de elección), los requisitos para tomar decisiones internas válidas, los requisitos de afiliación y desafiliación, los derechos y deberes de los afiliados, las normas de disciplina, el régimen patrimonial y financiero, la regulación de la designación de su representante legal y su tesorero y las disposiciones sobre la eventual disolución del partido.
e)         La designación de los personeros legales, titulares y alternos, que se acreditan ante los organismos electorales y la designación de uno o más representantes legales del partido.

Los partidos tienen un plazo de dos años, contados a partir de la adquisición de los formularios, para recolectar las firmas de adherentes y presentar la solicitud de inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones.              

Lima, 09 de mayo del 2011

      José Elice Navarro

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